Page 6 - el otro foco de la hipérbola
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Su mirada se dirigió a los majestuosos e
impresionantes leones de granito situados justo
enfrente. Los infatigables guardianes de la Biblioteca
Pública estaban soportando estoicamente la lluvia y el
frío. Tawnee se sentía fascinada por esos gigantes de
piedra. Le habían robado el corazón cuando tan sólo
era una niña. Ocurrió en una calurosa tarde de verano.
Ella paseaba cogida de la mano de su padre y los vio
por primera vez. No había cumplido los ocho años.
A pocos centímetros del cristal volvió a
desperezarse alzando y juntando sus manos por encima
de la cabeza. Había podido dormir casi siete horas
seguidas. El descanso le había sentado de perlas. Le
había permitido recuperarse del agotador día de ayer.
Tawnee había trabajado un turno de 24 horas sin
interrupción en el Cornell Medical Center. Era el turno
normal del médico de guardia. Le había resultado un
día excepcionalmente duro de pasar.
Se apartó del ventanal. Iba a disponer de dos días
completamente libres para ella sola. Caminaba
pensando en la gran cantidad de cosas pendientes que
podría solucionar cuando sin aparente explicación su
mente viajó al pasado.
Las imágenes del 7 de Diciembre de 1993
acudieron a su mente. Habían transcurrido dos años
desde entonces.
—Hoy también es 7 de Diciembre —se dijo en
voz baja.