Page 7 - el otro foco de la hipérbola
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Al recordarlo no pudo evitar que un escalofrío le
recorriera toda la espalda. Tawnee intentó apartar de
su mente las emociones y las decepciones de ese día.
Se preparó un café. Lo acompañó con un par de
tostadas untadas con mermelada de frambuesa. No
había comido nada desde las seis de la mañana. Se
disponía a tomar una ducha caliente cuando su
teléfono móvil comenzó a sonar.
Contestó de una forma mecánica. No esperaba
ninguna llamada en especial. Al oír la voz de su
comunicante se le transformó la cara. Las piernas le
flaquearon y Tawnee se dejó caer sobre el pequeño
sofá del salón principal.
La voz de James sonaba serena y tranquila.
Incluso podía adivinarse un ligero atisbo de contenida
victoria en su entonación. Ella en cambio había
enmudecido como por arte de magia. Tenía reflejada
la sombra de la duda en su rostro. La incógnita del
futuro había tomado cuerpo en su mente.
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